Si el tiempo acompaña, no surgen situaciones inesperadas y todo marcha como se ha previsto por parte de los técnicos, en el 2019 ya estará operativa la Escuela Técnica "Washington Lockhart" de Mercedes,  cuyo edificio con el paso de los años ha sufrido un deterioro más que importante.

Doscientos sesenta y tres días de obra, una inversión de $ 49:133.353 e incluye implantación, restauración, demolición. Los salones se mantienen y se adecuan a los tiempos actuales. El ingreso será por calle Giménez, se proyecta una pasarela aérea para unir las dos alas.

La empresa FABRA  ganadora del llamado a licitación y que cuenta con la dirección del Arquitecto Luis Rigby tiene todo listo para comenzar el lunes. La Arquitecta Alejandra Abelar, es la proyectista y supervisora por ANEP.

En estos días se ha estado en la etapa de implantación es decir de ordenamiento y planificar como se va a encarar la obra.

La mudanza se hizo un poco de apuro dijo el profesional en diálogo con Crónicas, por lo cual se hace necesario reordenar la parte interna del edificio para comenzar a hacer las tareas de demolición que son muy importantes.

La Escuela

Se trata de un edificio muy antiguo, histórico, un casco de lo que era un Colegio y un centro Religioso. Hay una parte de rehabilitación del mismo pero para ello debe estar exento de todo lo que sea ajeno a la obra, por eso se viene ordenando lo que quedó.

El nuevo local es inferior en capacidad locativa al que tenían por tanto debieron dejar pupitres bancos, computadoras, mesas, equipamiento, estanterías y hay que liberar espacio.

Las Obras

Implican una rehabilitación estructural, que es lo primero que se hace antes de intervenir los ambientes mismos del edificio. Es muy grande, es laberíntico, con espacios y sub espacios que dificulta orientarse dentro mismo del establecimiento.

Explicó que ha sufrido un par de obras anexas que en cierta medida le aportaron y otras que fueron pensadas en su momento por un proyectista para determinadas funciones que hoy ya no se cumplen. “Eso es lo que se debe comenzar a demoler, y algunas con muchísimo cuidado porque estamos interviniendo construcciones que son muy antiguas y de gran valor patrimonial “.

Rigby insistió que el trabajo principal es la rehabilitación edilicia para que quede operativo y “que no se venga abajo el poco patrimonio que nos queda. Es una pena el deterioro que ha sufrido el edificio a través del tiempo, y lo que se tratará es de dejarlo operativo manteniendo el diseño original”.

Dijo que esa tarea implica demás, “reconstruir determinados elementos que son de época y que se perdieron, pero están proyectado y habrá que intentar reconstruir. Esto en lo que tiene que ver con el edificio de la esquina, antiguo Colegio del Huerto. Esta rehabilitación incluye hasta los pavimentos, porque son de época: los mármoles de los pisos, los umbrales, hasta una cocina. Esto va a quedar, en otro espacio distinto pero se va a conservar”.

Después está lo que tiene que ver con la parte de demolición de las construcciones anexas y lo que es la parte de adecuación de este tipo de edificio a lo que es la enseñanza de hoy, con las nuevas tecnologías, lo que significa una nueva e importante instalación eléctrica y redes de baja tensión.

Es una obra extensa, complicada al decir de Rigby, por lo cual “se viene armando con CND, Corporación Nacional para el Desarrollo quien trabaja con nosotros, el plan de acción”.

En cuanto a lo que era la Capilla por calle Giménez, el profesional recordó que hace muchos años fue descanonizada, es decir que se le quitó el valor religioso por lo cual le queda solo el valor patrimonial.

Según el proyecto, se convertirá en un salón de usos múltiples, de actos oficiales, patrios, sociales, pero se va a conservar todo el ornamento que configura ese edificio, que comprende fachada, interior, techos, cornisas.  No se llegó al riesgo estructural “que signifique el peligro de desprendimientos que provoquen cosas que no se puedan recuperar, pero el daño es muy grande”. No está totalmente definido lo que se quiere hacer aunque hay rubros destinados para ese lugar. 

Aclaró que no se van a hacer salones nuevos, se va a mantener el número y se van adecuar a estos tiempos. Se hace alguna división entre sala y sala pero no se agregan. El acceso será por calle Giménez, se va a demoler el edificio que se hizo al lado del casco antiguo y va a quedar una pasarela aérea que va a conectar con lo que es el atrio de la Capilla y por abajo se accederá al centro del edificio.

El Trabajo

Al explicar cómo que se va a encarar la obra, dijo que los trabajos serán en simultáneo. “Tenemos un plazo de obra muy acotado y dentro de la planificación que estuvimos haciendo vamos a armar seis equipos de trabajo, todo a la vez. Va a haber un capataz general que responde directamente a mí y a la empresa, después habrá encargados de sectores los cuales tendrán su tarea encomendada, definida, estricta y acotada”.

Dijo que se tienen 263 días laborables para la construcción que significan doce meses, por lo cual “para marzo de 2019 debe estar terminado”.

En cuanto al personal destinado para la tarea, explicó que la empresa tiene una plantilla de obreros que están en seguro de paro debido a los avatares del año pasado.

Ingresaría ese personal, “pero no serían más de cinco o seis personas, el resto de la gente se tomará acá”.

Manifestó que el capataz ha venido haciendo en estos días una selección de personal, está recibiendo currículos, entrevistando porque “no nos gusta que dejen solo un papel, sino que creemos necesario saber lo que saben. En ese marco selecciona de acuerdo a las aptitudes para la tarea que tiene que desarrollar y por ende colaborar con la obra”.

Con respecto al movimiento de desocupados, Rigby explicó que se considera a todos “obreros de la construcción, sin agremiaciones específicas. Todos los trabajadores tienen derecho a ingresar a trabajar si reúne lo requisitos y no hemos tenido ningún problema con ellos.  Sé que en algún momento hicieron una manifestación y pusieron una pancarta pero muy ordenadamente. Le pedimos si la podían retirar y la sacaron sin problemas. No preguntamos si están o no agremiados. Todos tienen el mismo derecho”.